lunes, 28 de febrero de 2011

La escritura jeroglífica

La escritura jeroglífica egipcia, a pesar de lo que pudiera pensarse, se rige por principios claros y sencillos. Dos tipos básicos de signos componen este singular sistema, los ortográficos y los simbólicos o jeroglíficos propiamente dichos, también llamados ideogramas. Los primeros (que a su vez, pueden clasificarse según las épocas, en cursivos y demóticos) conforman un alfabeto de 24 letras, mientras que los segundos sobrepasan los 700.

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En la escritura egipcia existen los ideogramas, símbolos que representa ideas y no expresiones ortográficas. Su función no es otra que la de transmitir una idea relacionada con el contexto en el que aparezcan dichos símbolos. El ideograma llamado "La momia" equivale a la expresión ortográfica wi que significa momia, y de twt que significa estatua. Hace referencia a la noción de forma, de cambio y de transformación. Este importante jeroglífico es relativamente tardío: no está fechado antes de la XII dinastía, aunque la práctica de la momificación es bastante anterior. La momia aparece de pie, estrechamente ceñida y cubierta con largas bandas de lino blanco. Lleva sobre la cabeza una máscara de cartón de estuco completada por una peluca y una barba postiza. Particularmente significativa es la similitud entre este jeroglífico y las estatuas funerarias llamadas oushebis, que se depositaban en la tumba del difunto como una suerte de sustituto destinado a reemplazarle en todas las tareas desagradables del mas allá.



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